En algún momento de la vida, todos necesitaremos la ayuda de un experto en temas jurídicos. Los motivos son diversos, y por eso se necesita un abogado adecuado en cada caso, dependiendo de las necesidades específicas de cada situación.
Nadie piensa que en algún momento puede hacer falta contar con un abogado, pero lo cierto es que en la vida suceden muchas cosas que se escapan a nuestro control, y nos podemos ver en situaciones que requieren el trabajo de un buen profesional.
Repartir una herencia, acordar la custodia de los hijos, afrontar una denuncia o haber sido víctima de un delito son algunas de las cosas que pueden llevarnos a buscar los mejores abogados de Madrid.
Si quieres saber cómo elegir un buen abogado, estos son los aspectos clave.
Cercanía
En un caso legal será necesario acudir al despacho en repetidas ocasiones, y por eso es muy importante que esté cerca del lugar en el que vives. Así no perderás tiempo (y en ocasiones, dinero) en largos desplazamientos para llevar documentos, recibir asesoramiento o gestionar los asuntos que requieran tu presencia.
Experiencia previa
La ley es muy amplia, y abarca una gran cantidad de ámbitos. Por eso, es muy importante encontrar a un abogado que cuente con experiencia previa en los asuntos que nos afectan. Uno que haya tenido clientes con asuntos similares al nuestro, y que sepa cuáles son los pasos adecuados para que todo salga como se espera.
Que sea un especialista en su campo
Además de experiencia, el abogado debe especializarse en una rama concreta del Derecho porque es imposible que las pueda conocer todas. Además, algunas leyes se van actualizando y es necesario mantenerse al día, por lo que es fundamental contactar con un jurista que conozca bien toda la información, precedentes y jurisprudencia que se vaya generando respecto a la especialidad del Derecho en la que trabaja.
Facilidad para aclarar conceptos complejos
El Derecho tiene un vocabulario lleno de palabras muy técnicas, y conceptos complicados de entender para alguien que no tenga conocimientos profundos en la materia. Un buen abogado debe ser capaz de explicar a un cliente de forma simple todo esto, para que pueda saber los motivos que llevan a cierto paso o a qué se refiere el juez cuando expone alguna cosa.
Recuerda: el buen profesional no es el que conoce los términos más complicados, sino el que es capaz de simplificarlos para que cualquiera los comprenda.
Confianza mutua
Este factor es crucial en una relación en la que se maneja información sensible, como es el caso de muchos asuntos judiciales. De hecho, se puede decir que en todos ellos siempre hay datos privados, y si no se confía en la persona que hay delante, la tendencia es a ocultarlos o mentir.
En la relación abogado-cliente no se puede esconder ningún dato relevante, de modo que es fundamental que se cree un ambiente de confianza mutua entre las partes. De lo contrario, será mejor buscar en otro lugar.
Hay otros factores que pueden determinar quién es el mejor abogado, pero estos son los más importantes.
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