Valles del oso asturias
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En Asturias hay osos salvajes que viven en libertad. Vislumbrar un oso o incluso pasear por los mismos valles, bosques y montañas es algo especial. Mayo y junio son los meses óptimos para observarlos mientras se alimentan entre los frescos y verdes pastos. Con el reciente mal tiempo, se nos hizo tarde y era hora de actuar. Salimos hacia el oeste de Asturias para pasar un largo y ajetreado fin de semana, dejando nuestro alojamiento cada mañana temprano y no regresando hasta tarde.
Increíblemente, nos vimos recompensados en nuestra primera noche tras caminar por una pista bien definida y esperar pacientemente con vistas a las laderas cubiertas de bosque. Sin embargo, el tiempo cambiante siguió persiguiéndonos, llovizna, niebla y todavía frío. En un momento dado, todo el valle estaba envuelto en niebla y nuestras posibilidades, ya de por sí escasas, parecían ahora más sombrías que el tiempo.
Afortunadamente, esperamos un poco más y tuvimos un golpe de suerte: la niebla se despejó lo suficiente como para ver un gran mamífero oscuro, nuestro primer oso pardo, que se movía a un ritmo constante. Salió del borde del bosque y se dirigió hacia los campos del fondo del valle. A pesar de la distancia, con los prismáticos y el catalejo pudimos obtener buenas vistas durante 15 minutos.
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Es una montaña a la que se puede subir por cualquiera de sus caras. Por la cara norte, en invierno, ofrece una pala de nieve sin la mayor dificultad, que cuando está helada hace las delicias de quienes quieren utilizar los crampones y el piolet.
En el Museo Etnográfico de Quirós están representados buena parte de los elementos de interés etnológico, que en su día conformaron la forma de vivir y sentir de los habitantes de la comarca. Entre los diferentes espacios que conforman el Museo, destaca la reproducción de una casa quirosana. Consta de dos plantas en las que se exponen instrumentos y equipos básicos en la economía tradicional de la región.
Se ubica sobre unos antiguos altos hornos de una fundición, símbolo de la industrialización del concejo en el siglo XIX. El Museo muestra la forma de vida campesina y cómo se transformó con la minería.
Casa quirosana: Como parte importante de su interior destaca a la cocina, para incluir en ella el «llar» y su correspondiente «escanu», la «lacena» y el «forno». El resto de la vivienda consta de salón y dormitorio.
senda del oso, asturias, españa marzo 2017
La mejor opción para encontrar osos pardos en Asturias, es recorrer la senda más verde de Asturias. Esta senda recibe su nombre porque era el camino que utilizaban los mineros para ir a la zona minera. A mediados del siglo XIX se construyó una carretera para trenes con el fin de transportar el carbón desde Proaza y Teverga hasta Trubia. Un siglo después, esta carretera se abandonó. Hoy, sin raíles ni trenes, transporta sensaciones, deportes y naturaleza.
En esta zona se han reconstruido once puentes para cruzar los ríos Trubia, Picarós, Teverga y Llanuces. Gracias a ellos pasamos de lado a lado de estos ríos. También cruzaremos un gran número de túneles que fueron transitados por trenes en el pasado. Algunos de ellos tienen más de 100 metros de longitud pero están dotados de luz.
Aparte de esto, también hay numerosas áreas recreativas para disfrutar de nuestras comidas. Pero probablemente el atractivo más interesante de esta ruta es tener la oportunidad de observar a las dos osas asturianas: «Paca» y «Tola» que viven en un monte vallado. Viven aquí desde 1996. Fueron encontrados cuando eran muy pequeños en los montes de Asturias. Podemos verlos al mediodía cuando se les da de comer sobre las 12 de la mañana. Es la Fundación Oso la que se encarga de todo esto. Las personas que pertenecen a esta fundación, alimentan a los osos, mantienen las instalaciones y atienden a los visitantes. En esta zona se ha construido un pequeño mirador para observar mejor este recinto.
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En Asturias hay osos salvajes que viven en libertad. Vislumbrar un oso o incluso pasear por los mismos valles, bosques y montañas es algo especial. Mayo y junio son los meses óptimos para observarlos mientras se alimentan entre los frescos y verdes pastos. Con el reciente mal tiempo, se nos hizo tarde y era hora de actuar. Salimos hacia el oeste de Asturias para pasar un largo y ajetreado fin de semana, dejando nuestro alojamiento cada mañana temprano y no regresando hasta tarde.
Increíblemente, nos vimos recompensados en nuestra primera noche tras caminar por una pista bien definida y esperar pacientemente con vistas a las laderas cubiertas de bosque. Sin embargo, el tiempo cambiante siguió persiguiéndonos, llovizna, niebla y todavía frío. En un momento dado, todo el valle estaba envuelto en niebla y nuestras posibilidades, ya de por sí escasas, parecían ahora más sombrías que el tiempo.
Afortunadamente, esperamos un poco más y tuvimos un golpe de suerte: la niebla se despejó lo suficiente como para ver un gran mamífero oscuro, nuestro primer oso pardo, que se movía a un ritmo constante. Salió del borde del bosque y se dirigió hacia los campos del fondo del valle. A pesar de la distancia, con los prismáticos y el catalejo pudimos obtener buenas vistas durante 15 minutos.
Soy Emilio Velazquez webmaster y principal redactor de webinstant.es . Me encantan los perros y el café caliente por las mañanas.