Politica de vivienda en españa
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Los ministros del Gobierno aprobaron el martes el proyecto de ley de control de alquileres durante una reunión semanal del Consejo de Ministros. Las familias vulnerables y los jóvenes adultos de las mayores ciudades españolas serían los principales beneficiarios de la ley propuesta, según el Gobierno.
Los bajos salarios y la tasa de desempleo juvenil del 35% -la más alta de las 19 naciones que utilizan la moneda compartida del euro- hacen que muchos españoles no puedan permitirse vivir por su cuenta. Abandonan el hogar familiar a una edad media de 30 años, frente a una media de la Unión Europea de 26,4 años.
La disposición más controvertida del proyecto de ley establecería topes de subida de precios para los arrendadores con múltiples propiedades residenciales, una medida destinada a las grandes empresas inmobiliarias y los fondos de inversión. El Gobierno aún no ha publicado el borrador, por lo que los detalles sobre el tope no estaban disponibles de inmediato.
El Primer Ministro anunció que, en el marco de otra iniciativa, el Gobierno tiene previsto ayudar a los adultos de 18 a 34 años a pagar el alquiler concediéndoles una bonificación de 250 euros mensuales durante un máximo de dos años si ganan menos de 1.977 euros al mes.
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Menos de uno de cada cuatro de los 18,6 millones de hogares españoles alquila su vivienda, lo que refleja un fuerte sesgo político hacia la propiedad de la vivienda. Los inquilinos son jóvenes, tienen ingresos más bajos y es más probable que sean inmigrantes. El mercado de alquiler está compuesto principalmente por propietarios no profesionales, aunque recientemente empresas internacionales han comenzado a desarrollar y gestionar viviendas de alquiler. Las políticas públicas han sido tradicionalmente diseñadas para promover la propiedad de la vivienda y no han proporcionado suficientes viviendas de alquiler, especialmente las públicas.
España tiene una de las tasas de alquiler más bajas de los países europeos, con sólo un 23% de hogares que alquilan su vivienda. Como ilustra la Figura 1, esto no siempre fue así. En 1950, el porcentaje de propietarios e inquilinos era igual. Pero a partir de la década de 1960, el aumento de los ingresos y las subvenciones a la propiedad de la vivienda hicieron que aumentaran las tasas de propiedad de la vivienda, alcanzando un máximo en 2001 del 82%. Durante los últimos 20 años, el mercado del alquiler ha ido creciendo gradualmente debido a dos razones 1) la precariedad laboral y los bajos salarios hicieron que los precios de la vivienda estuvieran fuera del alcance de los más jóvenes, y 2) los bancos son mucho más cautelosos a la hora de conceder hipotecas que en años anteriores.
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Durante el franquismo, la escasez y el nivel de las viviendas eran un problema importante. En 1961 el gobierno aprobó un Plan Nacional de Vivienda, que dio lugar a la construcción de millones de viviendas durante las dos décadas siguientes. Sin embargo, muchas de estas viviendas estaban destinadas a familias de clase media acomodada; así, en los años 80, la escasez de viviendas era grave y las condiciones seguían considerándose deficientes. Tras la elección del gobierno socialista en 1982, se destinaron importantes recursos a la vivienda. Sin embargo, el crecimiento de la población siguió superando la construcción de viviendas, y a principios del siglo XXI muchos consideraban que la vivienda era el problema social más acuciante del país. Esta percepción, unida a los bajos tipos de interés y a la afluencia de capital inversor extranjero, impulsó un boom de la construcción que añadió millones de puestos de trabajo a la economía española. Cuando la burbuja inmobiliaria y de la construcción estalló en 2009, miles de promotores quebraron y los bancos españoles se vieron cargados con más de 180.000 millones de euros (unos 225.000 millones de dólares) en activos tóxicos.
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Menos de uno de cada cuatro de los 18,6 millones de hogares españoles alquila su vivienda, lo que refleja un fuerte sesgo político hacia la propiedad de la vivienda. Los inquilinos son jóvenes, tienen ingresos más bajos y es más probable que sean inmigrantes. El mercado de alquiler está compuesto principalmente por propietarios no profesionales, aunque recientemente empresas internacionales han comenzado a desarrollar y gestionar viviendas de alquiler. Las políticas públicas han sido tradicionalmente diseñadas para promover la propiedad de la vivienda y no han proporcionado suficientes viviendas de alquiler, especialmente las públicas.
España tiene una de las tasas de alquiler más bajas de los países europeos, con sólo el 23% de los hogares que alquilan su vivienda. Como ilustra la Figura 1, esto no siempre fue así. En 1950, el porcentaje de propietarios e inquilinos era igual. Pero a partir de la década de 1960, el aumento de los ingresos y las subvenciones a la propiedad de la vivienda hicieron que aumentaran las tasas de propiedad de la vivienda, alcanzando un máximo en 2001 del 82%. Durante los últimos 20 años, el mercado del alquiler ha ido creciendo gradualmente debido a dos razones 1) la precariedad laboral y los bajos salarios hicieron que los precios de la vivienda estuvieran fuera del alcance de los más jóvenes, y 2) los bancos son mucho más cautelosos a la hora de conceder hipotecas que en años anteriores.
Soy Emilio Velazquez webmaster y principal redactor de webinstant.es . Me encantan los perros y el café caliente por las mañanas.