Sindrome de diogenes significado
Tratamiento del síndrome de diógenes
El síndrome de Diógenes, también conocido como síndrome de la escualidez senil, es un trastorno caracterizado por la extrema desidia, la escualidez doméstica, el retraimiento social, la apatía, el acaparamiento compulsivo de basura o animales, además de la falta de vergüenza. Los afectados también pueden presentar síntomas de catatonia[1][2].
La afección fue reconocida por primera vez en 1966[3] y designada como síndrome de Diógenes por Clark et al.[4] El nombre deriva de Diógenes de Sinope, un antiguo filósofo griego, cínico y minimalista por excelencia, que supuestamente vivía en una gran tinaja en Atenas. No sólo no atesoraba, sino que buscaba la compañía humana aventurándose diariamente en el Ágora. Por lo tanto, se considera que este epónimo es erróneo[5][6][7] Otros posibles términos son colapso senil, síndrome de Plyushkin (por el personaje de Gogol),[5] colapso social y síndrome de escualidez senil[8] El deterioro del lóbulo frontal puede desempeñar un papel en la causalidad (Orrell et al., 1989)[9].
El síndrome de Diógenes es un trastorno que consiste en el acaparamiento de basura y en el grave abandono de sí mismo. Además, el síndrome se caracteriza por la suciedad doméstica, la silogomanía, la alienación social y el rechazo de la ayuda. Se ha demostrado que el síndrome se produce como reacción al estrés que ha experimentado el paciente. El lapso de tiempo en el que se desarrolla el síndrome no está definido, aunque se distingue con mayor precisión como una reacción al estrés que se produce al final de la vida[10][11].
Cómo ayudar a alguien con síndrome de escualidez
El síndrome de Diógenes, también conocido como síndrome de escualidez senil, es un trastorno caracterizado por la extrema negligencia, la escualidez doméstica, el retraimiento social, la apatía, el acaparamiento compulsivo de basura o animales, además de la falta de vergüenza. Los afectados también pueden presentar síntomas de catatonia[1][2].
La afección fue reconocida por primera vez en 1966[3] y designada como síndrome de Diógenes por Clark et al.[4] El nombre deriva de Diógenes de Sinope, un antiguo filósofo griego, cínico y minimalista por excelencia, que supuestamente vivía en una gran tinaja en Atenas. No sólo no atesoraba, sino que buscaba la compañía humana aventurándose diariamente en el Ágora. Por lo tanto, se considera que este epónimo es erróneo[5][6][7] Otros posibles términos son colapso senil, síndrome de Plyushkin (por el personaje de Gogol),[5] colapso social y síndrome de escualidez senil[8] El deterioro del lóbulo frontal puede desempeñar un papel en la causalidad (Orrell et al., 1989)[9].
El síndrome de Diógenes es un trastorno que consiste en el acaparamiento de basura y en el grave abandono de sí mismo. Además, el síndrome se caracteriza por la suciedad doméstica, la silogomanía, la alienación social y el rechazo de la ayuda. Se ha demostrado que el síndrome se produce como reacción al estrés que ha experimentado el paciente. El lapso de tiempo en el que se desarrolla el síndrome no está definido, aunque se distingue con mayor precisión como una reacción al estrés que se produce al final de la vida[10][11].
Síndrome de escualidez senil: qué esperar y cómo tratarlo
El síndrome de Diógenes, también conocido como síndrome de escualidez senil, es un trastorno caracterizado por la extrema negligencia, la escualidez doméstica, el retraimiento social, la apatía, el acaparamiento compulsivo de basura o animales, además de la falta de vergüenza. Los afectados también pueden presentar síntomas de catatonia[1][2].
La afección fue reconocida por primera vez en 1966[3] y designada como síndrome de Diógenes por Clark et al.[4] El nombre deriva de Diógenes de Sinope, un antiguo filósofo griego, cínico y minimalista por excelencia, que supuestamente vivía en una gran tinaja en Atenas. No sólo no atesoraba, sino que buscaba la compañía humana aventurándose diariamente en el Ágora. Por lo tanto, se considera que este epónimo es erróneo[5][6][7] Otros posibles términos son colapso senil, síndrome de Plyushkin (por el personaje de Gogol),[5] colapso social y síndrome de escualidez senil[8] El deterioro del lóbulo frontal puede desempeñar un papel en la causalidad (Orrell et al., 1989)[9].
El síndrome de Diógenes es un trastorno que consiste en el acaparamiento de basura y en el grave abandono de sí mismo. Además, el síndrome se caracteriza por la suciedad doméstica, la silogomanía, la alienación social y el rechazo de la ayuda. Se ha demostrado que el síndrome se produce como reacción al estrés que ha experimentado el paciente. El lapso de tiempo en el que se desarrolla el síndrome no está definido, aunque se distingue con mayor precisión como una reacción al estrés que se produce al final de la vida[10][11].
Significado de la silogomanía
El síndrome de Diógenes es un trastorno del comportamiento caracterizado por la falta de higiene personal, el acaparamiento y las condiciones de vida descuidadas. Es más frecuente en hombres y mujeres de edad avanzada, por lo que también se denomina síndrome de escualidez senil. Las personas con el síndrome de Diógenes demuestran poca preocupación por el autocuidado o por un entorno de vida limpio y parecen francamente indiferentes a su estado o a la respuesta de los demás. Se cree que, en algunos casos, el síndrome de Diógenes es una respuesta a un trauma tardío en la vida, como la pérdida de un cónyuge o cuidador durante mucho tiempo. El tratamiento suele ser difícil porque el individuo se resiente de las intrusiones en su forma de vida, lo que provoca resistencia y falta de cooperación.
Hay dos formas de Diógenes: primaria y secundaria. El Diógenes primario se refiere a los individuos que muestran síntomas sin más evidencia de una condición de salud mental. El Diógenes secundario se manifiesta junto con una o más condiciones de salud mental y puede ser una causa o un efecto de esas condiciones. Los diagnósticos se reparten a partes iguales entre estas dos formas.
Soy Emilio Velazquez webmaster y principal redactor de webinstant.es . Me encantan los perros y el café caliente por las mañanas.