Tarta de avellanas asturiana
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«Cuando el talento y las ganas de hacer las cosas bien se cruzan, el resultado son proyectos tan especiales como la pastelería Cabo Busto, un espacio donde la magia de Jhonatan González aprovecha los productos asturianos de excelente calidadLee en castellanoSu pastelería es un lugar alegre, los colores vivos y el aire vintage hacen que parezca un decorado de una de las películas de Wes Anderson. Situada en el occidente de Asturias, cerca de los acantilados de Busto, en el concejo de Valdés, esta panadería es un lugar para sentirse bien.
Jhonatan estudió en la Escuela de Hostelería de Gijón y se graduó tanto en Panadería y Pastelería como en Artes Culinarias. Hizo prácticas en Casa Gerardo, uno de los mejores restaurantes de Asturias, pero su pasión por la pastelería era más fuerte. Por eso, después trabajó durante dos años en la pastelería Pomme Sucré de Gijón, donde dice haber aprendido la importancia de la materia prima y del producto de calidad. Pero sus raíces le llamaban y a los veintitantos años volvió a su pueblo natal, Busto: «Cuando empecé cocinaba en el horno de mi casa, sólo hacía magdalenas, las vendía mi tío cuando iba a los pueblos de alrededor a vender su pan. Luego la gente empezó a pedir tartas para fiestas y todo empezó un poco así», cuenta Jhonatan, y añade «a veces me sentía un poco agobiado, a veces los negocios crecen poco a poco pero esto fue más bien un salto, de hacer magdalenas en casa a hacer más de cien docenas de pasteles los fines de semana».
Tarta de avellana tierra astur
Cuando el talento y las ganas de hacer las cosas bien se cruzan, el resultado son proyectos tan especiales como la panadería Cabo Busto, un espacio donde la magia de Jhonatan González aprovecha la magnífica calidad del producto asturiano
Su panadería es un lugar alegre, los colores vivos y el aire vintage hacen que parezca un decorado de una de las películas de Wes Anderson. Situada en el occidente de Asturias, cerca de los acantilados de Busto, en el concejo de Valdés, esta panadería es un lugar para sentirse bien.
Jhonatan estudió en la Escuela de Hostelería de Gijón y se graduó tanto en Panadería y Pastelería como en Artes Culinarias. Hizo prácticas en Casa Gerardo, uno de los mejores restaurantes de Asturias, pero su pasión por la pastelería era más fuerte. Por eso, después trabajó durante dos años en la pastelería Pomme Sucré de Gijón, donde dice haber aprendido la importancia de la materia prima y del producto de calidad. Pero sus raíces le llamaban y a los veintitantos años volvió a su pueblo natal, Busto.
«Cuando empecé cocinaba en el horno de mi casa, sólo hacía magdalenas, mi tío las vendía cuando iba a los pueblos de alrededor a vender su pan. Luego la gente empezó a pedir tartas para fiestas y todo empezó un poco así», cuenta Jhonatan, y añade «a veces me sentía un poco agobiado, a veces los negocios crecen poco a poco pero esto fue más bien un salto, de hacer magdalenas en casa a hacer más de cien docenas de pasteles los fines de semana».
Golosolandia
Mónica es una periodista y fotógrafa independiente especializada en viajes, alimentación y medio ambiente. Está muy interesada en la agricultura urbana, la sostenibilidad y la justicia alimentaria y es voluntaria en Food First. Su trabajo ha sido publicado en periódicos y revistas nacionales, principalmente en el Reino Unido, España y Estados Unidos.
Enclavada entre el mar y las escarpadas montañas de la agreste costa norte de España, Asturias es una región exuberante situada en una zona rica y fértil del país donde es fácil encontrar productos de primera calidad. Sus raíces celtas, su herencia industrial en la minería del carbón y la siderurgia, sus paisajes salvajes (Picos de Europa, el primer Parque Nacional creado en España, se encuentra en parte en Asturias) y una cultura gastronómica aún por descubrir, hacen de este lugar una visita obligada para los amantes de la gastronomía de todo el mundo. Una vez que llegue, estos son los ingredientes, platos y bebidas que debe buscar.
Hay dos cosas que debe recordar antes de beber sidra natural en Asturias. La primera es que siempre se pide una botella de sidra, nunca un vaso, y la segunda es que la sidra natural se bebe de un tirón, en cuanto te la escancian. En España, la sidra natural es sinónimo de Asturias, ya que es donde se produce más del ochenta por ciento de toda la sidra española. La convivencia de los asturianos se observa mejor en las sidrerías. Relativamente similar al pub inglés, todo el mundo es bienvenido en la sidrería, donde la sidra natural es escanciada desde arriba con maestría por el escanciador, un camarero con talento capaz de realizar el arte con los ojos cerrados. Con una mano sostiene la botella en el aire, mientras que con la otra sujeta el vaso de boca ancha y delgada por debajo de la cintura, en el que se escancia sólo uno o dos centímetros de sidra. Llamado culín o culete, la pequeña cantidad de sidra debe beberse inmediatamente, ya que el método de escanciar el líquido libera todos sus aromas. También se utiliza la sidra en la preparación de muchos platos de carne y pescado.
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Cuando el talento y las ganas de hacer las cosas bien se cruzan, el resultado son proyectos tan especiales como la panadería Cabo Busto, un espacio donde la magia de Jhonatan González aprovecha la magnífica calidad de los productos asturianos
Su panadería es un lugar alegre, los colores vivos y el aire vintage hacen que parezca un decorado de una de las películas de Wes Anderson. Situada en el occidente de Asturias, cerca de los acantilados de Busto, en el concejo de Valdés, esta panadería es un lugar para sentirse bien.
Jhonatan estudió en la Escuela de Hostelería de Gijón y se graduó tanto en Panadería y Pastelería como en Artes Culinarias. Hizo prácticas en Casa Gerardo, uno de los mejores restaurantes de Asturias, pero su pasión por la pastelería era más fuerte. Por eso, después trabajó durante dos años en la pastelería Pomme Sucré de Gijón, donde dice haber aprendido la importancia de la materia prima y del producto de calidad. Pero sus raíces le llamaban y a los veintitantos años volvió a su pueblo natal, Busto.
«Cuando empecé cocinaba en el horno de mi casa, sólo hacía magdalenas, mi tío las vendía cuando iba a los pueblos de alrededor a vender su pan. Luego la gente empezó a pedir tartas para fiestas y todo empezó un poco así», cuenta Jhonatan, y añade «a veces me sentía un poco agobiado, a veces los negocios crecen poco a poco pero esto fue más bien un salto, de hacer magdalenas en casa a hacer más de cien docenas de pasteles los fines de semana».
Soy Emilio Velazquez webmaster y principal redactor de webinstant.es . Me encantan los perros y el café caliente por las mañanas.