Un espacio donde la naturaleza y la modernidad se entrelazan de manera armoniosa, creando un oasis de tranquilidad y belleza. Este es el objetivo soñado para un jardín o una terraza que tenga mucho espacio. ¿Cómo se puede conseguir?
El diseño de jardines es un mundo apasionante, orientado a crear rincones para el descanso y disfrute de quienes los tienen. Algunos elementos son comunes y más o menos habituales, mientras que otros pueden ser innovadores y crear un impacto visual impresionante. Además, el objetivo que persiguen estos espacios sobre todo es el de ofrecer un lugar tranquilo, donde relajarse y abstraerse del mundo exterior.
En este sentido, hay un secreto que puede transformar por completo un jardín y convertirlo en protagonista de una portada de decoración. Las piscinas rebosantes permiten dar un paso más allá. ¿Cómo lograrlo?
Integrar la piscina en el diseño
La clave está en no ver la piscina como un elemento aislado, sino en integrar de forma armoniosa con el resto del jardín o la terraza. Para lograrlo, es importante elegir un diseño que encaje con el estilo general del espacio exterior.
Por ejemplo, un jardín de corte rústico o mediterráneo encaja con una piscina desbordante con bordes de piedra natural o acabados de estuco. Por otra parte, si la terraza tiene un estilo más moderno y minimalista, lo ideal es una piscina de líneas rectas y bordes de acero inoxidable.
Jugar con los niveles
Otra manera de integrar la piscina es aprovechar los desniveles del jardín o la terraza. Colocándola a un nivel un poco inferior al del suelo que la rodea, se consigue crear la sensación de que el agua brota del propio terreno, creando un efecto muy natural y elegante.
Este tipo de diseños también permiten crear zonas diferenciadas alrededor de la piscina, como una pequeña plataforma elevada para tomar el sol o una zona de descanso con tumbonas y sombrillas, dependiendo de la cantidad de espacio disponible.
Elegir el emplazamiento con cuidado
La ubicación de la piscina es un factor fundamental para lograr el resultado más armonioso, teniendo en cuenta elementos como la orientación solar, la privacidad y la relación con la vivienda en la que se encuentra.
Por poner un ejemplo, lo ideal es situar la piscina en una zona soleada la mayor parte del día, pero evitando que proyecte sombra sobre la casa. También es importante que sea accesible y cercana a la vivienda, pero sin interferir en la entrada o las zonas de paso.
Integrar la vegetación
Uno de los secretos mejor guardados para conseguir un jardín de revista es la vegetación. Rodear la piscina con plantas, árboles y arbustos crea un ambiente natural y relajante que invita a desconectar.
Se puede jugar con diferentes texturas y colores, así como plantas aromáticas que aportan un toque sensorial único. También es importante dejar algunos espacios abiertos para disfrutar de las vistas.
Iluminar con acierto
Al igual que en otros espacios y proyectos de decoración, la iluminación es clave para dar un toque mágico al jardín cuando anochece. Algunos elementos que se pueden incorporar son focos empotrados en el suelo, guirnaldas de luces colgantes o incluso iluminar el interior de la piscina para crear un efecto espectacular.
Decorar con estilo
Por último, es fundamental cuidar los detalles decorativos. Elementos como tumbonas, sombrillas, jardineras o mesas de exterior pueden marcar la diferencia entre un bonito jardín y uno de revista.
Lo mejor es elegir un estilo que combine con el diseño general y perder el miedo a mezclar distintos materiales, texturas y colores. La clave es encontrar el equilibrio perfecto.
Con estos trucos, se puede convertir un jardín o terraza en un espacio digno de las mejores revistas de decoración.
Soy Emilio Velazquez webmaster y principal redactor de webinstant.es . Me encantan los perros y el café caliente por las mañanas.