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Delfin con sindrome de down
tigre con síndrome de down
A priori, esta terapia está disponible para todos los niños con disfunciones físicas o mentales como parálisis cerebral, trastornos psicomotores sin diagnóstico específico, síndrome de Down, tetraplejia y hemiplejia, atrofia espinal, depresión, autismo, etc.
La fundación también ha atendido casos y presta este servicio a niños de otros continentes. Además, se trata de un programa gratuito para las familias, siendo la propia Fundación la entidad que corre con todos los gastos del mismo. Tras estos pasos, la Fundación envía una carta informativa a las familias en la que les comunica el periodo de tiempo en el que su hijo participará en el programa de delfinoterapia.
Desde que se inició el desarrollo de estos programas, han participado más de 4.000 niños con diferentes patologías. Trastornos psicomotores sin diagnóstico específico, parálisis cerebral, autismo, síndrome de Down, niños tetrapléjicos y hemipléjicos, con atrofia espinal, enfermedades cerebrales…
La complicidad del delfín para desarrollar programas de delfinoterapia se basa en la relación positiva que los delfines tienen hacia los humanos: la alegría que estos animales muestran por el contacto con las personas; la complejidad de su comportamiento y su capacidad de aprendizaje.
animales con síndrome de down
El síndrome de Down es consecuencia de un error genético que afecta a uno de cada 700-800 recién nacidos. En el momento de la concepción, un niño hereda la mitad del complemento cromosómico del padre y la mitad del de la madre. Si, en lugar de 46 cromosomas, un niño recibe un cromosoma adicional a los 21 pares, se desarrollará con una serie de signos típicos.
Lo más frecuente es que el síndrome de Down se diagnostique nada más nacer: el recién nacido tiene la cabeza pequeña, los ojos inclinados hacia dentro, los rasgos de la cara y la parte posterior de la cabeza aplanados, el cuello y las extremidades cortas. Las palmas de las manos del niño sólo tienen un pliegue lateral profundo y el pulgar apunta hacia un lado. El niño con síndrome de Down tiene una hipotonía muscular general y, a menudo, una patología o trastorno congénito de los órganos internos.
El síndrome de Down provoca un retraso considerable en el desarrollo físico, sexual, mental, motor y del habla del niño. No se puede predecir cómo se desarrollará un niño enfermo. Los esfuerzos integrales y tempranos de los padres y los especialistas son enormemente importantes para corregir este trastorno, ayudando al niño a aprender a ser lo más independiente posible.
mono con síndrome de down
Peter y Wendy Garrish, de Montreal, habían oído algunas anécdotas impresionantes sobre el poder de la terapia con delfines. “Algunos niños empezaron a hablar después, otro empezó a caminar. Hubo un niño que empezó a comer después”, dijo Peter, en una entrevista con Lloyd Robertson de W5.
Las historias despertaron su interés porque su hija de siete años, Alex, es gravemente autista. No habla mucho, tiene aversión a muchos alimentos y es propensa a las rabietas. Alex ha participado en varias terapias convencionales a lo largo de su joven vida, pero nada como la terapia asistida con delfines. Todo cambió en marzo de 2012 cuando, gracias a la organización benéfica Dolphin Aid, ella y su familia viajaron a la isla caribeña de Curazao, donde Alex se convirtió en la primera canadiense en participar en un programa de dos semanas en el Centro de Terapia con Delfines de Curazao.
Sin la ayuda de Dolphin Aid, la terapia estaba más allá de las posibilidades económicas de la familia. El programa de dos semanas cuesta 8.000 dólares, sin incluir los vuelos, el alojamiento y la comida, que pueden sumar varios miles de dólares más.
burro con síndrome de down
Durante la última década, la terapia con delfines ha sido ampliamente publicitada por los medios de comunicación, que han informado de varios casos de éxito. La terapia con delfines fue iniciada a principios de los años setenta por la Dra. Betsy Smith, una antropóloga educativa que observó los efectos terapéuticos de los delfines en su hermano discapacitado. Unos años más tarde, la terapia con delfines fue desarrollada por el Dr. Nathanson en el centro de Terapia Humana con Delfines en Florida, Estados Unidos. El Dr. Nathanson estudió la interacción entre los delfines y los niños con síndrome de Down y, al obtener buenos resultados, se abrieron más centros en todo el mundo.
El objetivo de la terapia es aumentar las actividades sensoriales, los programas se desarrollan en una piscina con delfines cautivos o semicautivos y terapeutas que ayudan a los niños, a los que se les pide que naden, toquen, alimenten o acaricien a los animales. Los terapeutas trabajan en áreas específicas, como el habla, el comportamiento y las habilidades motoras, y adaptan los programas a las necesidades de los niños.
La terapia con delfines no es una cura, pero puede ayudar a aliviar algunos de los síntomas asociados a las afecciones de los niños mejorando su proceso de curación. Se analizaron muestras de sangre antes y después de la terapia, y los resultados mostraron que después de nadar con los delfines se produce un cambio de hormonas, endorfinas y enzimas, así como de células T. Todavía no se sabe muy bien cómo es posible. Hay investigaciones en curso en universidades y centros de investigación de delfines, pero la evidencia de que la terapia con delfines funciona sigue siendo anecdótica. Se han formulado varias hipótesis:
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