Flujo en perra esterilizada

secreción vaginal de la perra

Secreción vaginal y piometra: La secreción vaginal no es en realidad una enfermedad en sí misma, sino más bien la indicación de que algo va mal en el tracto reproductivo o en el tracto urinario.    Hay muchas causas posibles para este problema:

(Las perras que han sido esterilizadas también pueden sufrir lo que se conoce como «piometra del muñón», en la que se produce una infección del muñón restante del útero.

La piometra significa literalmente «pus en el útero».    Es una enfermedad común y muy grave de las perras no esterilizadas y puede aparecer varias semanas después de una temporada.    Esta enfermedad suele provocar un flujo vaginal que puede ser amarillento o rojo/marrón, aunque en ocasiones la perra puede estar sufriendo lo que se conoce como «piometra cerrada», en la que el cuello uterino está bien cerrado y no permite el drenaje de pus hacia el exterior)

Si tu perra tiene alguna secreción vaginal, siempre es conveniente que un veterinario la revise adecuadamente, ya que dejarla podría provocar la rotura del útero y una peritonitis y/o septicemia potencialmente mortales si resulta ser una causa grave.

perra esterilizada secreción amarilla

La vaginitis, en su definición más simple, es una inflamación de la vagina. Sin embargo, la vaginitis no es una enfermedad sencilla. Su fisiopatología es poco conocida, lo que nos impide tratarla de forma específica. Este artículo es una revisión de lo que sabemos sobre esta afección común, con sugerencias para el diagnóstico y el tratamiento.

¿Qué hay de nuevo en la vaginitis canina?    Dentro del mundo en rápida expansión de los nuevos diagnósticos veterinarios, fármacos y otras modalidades terapéuticas, puede que le sorprenda saber que lo último sobre esta afección no ha cambiado en más de una década.

La vaginitis juvenil es la inflamación vaginal y los signos clínicos asociados en perras que aún no han pasado por la pubertad. No se ha informado de ninguna predisposición racial. La mayoría de las perras afectadas muestran signos clínicos mínimos o inexistentes; lo más habitual es que se describa una escasa secreción mucoide en los labios vulvares. A menudo esta secreción es un hallazgo incidental en un examen físico rutinario, visto como una secreción de color amarillo blanquecino que pega los labios vulvares. Algunas perras pueden exudar un volumen de descarga lo suficientemente grande como para preocupar al propietario, y algunas perras pueden lamerse la vulva.

flujo amarillo de la perra

La secreción vaginal, más exactamente descrita como secreción vulvar, es una presentación común de las perras intactas o esterilizadas. Con demasiada frecuencia se diagnostica erróneamente como vaginitis, cuando en realidad es un síntoma de un problema subyacente del sistema urogenital. En realidad, la secreción puede originarse en la región perivulvar, la vulva, el vestíbulo, el cuello uterino, la uretra o la vejiga urinaria, con o sin afectación de la vagina. La secreción vulvar en las reinas es poco frecuente y suele tener una causa uterina (por ejemplo, piometra). El uso inadecuado de los antibióticos (uso excesivo o duración insuficiente) y el hecho de no haber abordado la causa desencadenante son las razones más comunes del fracaso del tratamiento.

Las quejas que se presentan incluyen la secreción vulvar, el lamido vulvar, la hinchazón e hiperemia vulvar, la hipertrofia del clítoris, el «escurrimiento», la polaquiuria o las infecciones urinarias recurrentes. La secreción vulvar puede ser mucoide, mucopurulenta, purulenta o hemorrágica. El flujo purulento puede ser supurativo (que indica irritación o infección) o linfocítico (que indica alergia o inmunidad). La citología vaginal rara vez determina la etiología de la inflamación, pero confirma la presencia de neutrófilos. Los neutrófilos degenerados con núcleos hinchados y bacterias intracelulares indican un componente séptico, mientras que los neutrófilos con núcleos hipersegmentados sugieren un componente reactivo no infeccioso. Es necesario realizar un examen con espéculo o vaginoscopio para determinar si la secreción purulenta se limita al vestíbulo o se extiende desde la vagina. En perras esterilizadas o sin estropear, el examen vaginal puede requerir una sedación o anestesia intensa.

flujo marrón de una perra esterilizada

El flujo vaginal es un síntoma común en las perras con vaginitis, infección del útero o infecciones del tracto urinario. El flujo vaginal es la aparición de material líquido (distinto de la orina) procedente de los labios de la vulva (los genitales femeninos externos). El flujo vaginal puede ser claro y acuoso (seroso), sanguinolento, espeso y gris (mucoso), amarillo/verde (purulento) o verde oscuro/negro (después del parto). La secreción puede tener o no olor. También puede observarse que se lame la vulva.

El flujo vaginal, dependiendo del tipo y las circunstancias, puede considerarse normal en algunos casos. Sin embargo, su presencia también puede significar un proceso de enfermedad del tracto urinario o del tracto reproductivo en los perros.

Las descargas vaginales que se consideran normales para la perra no requieren tratamiento. Además, la vaginitis leve que a veces se presenta en cachorros jóvenes suele resolverse espontáneamente una vez que la perra es esterilizada o ha pasado su primer celo.

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Por Emilio Velazquez

Soy Emilio Velazquez webmaster y principal redactor de webinstant.es . Me encantan los perros y el café caliente por las mañanas.